Las sesiones de fotos de niños en entornos naturales duran unas tres horas, y en este tiempo da para variar de localización y hacer que el reportaje luzca mucho más.
En este caso la sesión fue para un niño de 8 años encantador llamado David. Lo pasamos genial y es que la mejor receta es tener ganas y disfrutar de una tarde de fotos, como si fuese un día cualquiera en el parque, en la playa o en el campo...
Yo me río siempre mucho con los niños en estas salidas y mi mayor recompensa es cuando creas tanta complicidad con ellos que cuando termina el trabajo corren para despedirse y darte un abrazo.
Como ya sabéis en mis historias me gusta poner en título, a veces sólo yo se por que lo pongo, pero siempre tiene una razón de ser... Esta historia comienza con un sombrero de paja...
Como siempre todo lo que haces queda precioso. Seguro q las nuestras han quedado igual de bonitas.
ResponderEliminarPues ya las he visto por encima y estoy segura que os van a gustar mucho... Están hechas con amor...
ResponderEliminarMe encantan, Laura! Son unas fotos preciosas!!
ResponderEliminar